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viernes, 23 de agosto de 2013

Felicidad

Felicidad, simple, llana y vibrante felicidad. El corazón repimporotea de felicidad.
Motivos? Preguntaron. Considero a la felicidad como ese estado de disposición del alma, a ser receptivo a la magia, a la sorpresa, a lo maravilloso de la vida.
Es cierto que por momentos nuestra mirada se obnuliba con luces enceguecedoras, que nosotros mismos proyectamos en personas, ideas u objetos. Y nos creemos flotando a 15 mil pies del suelo… Creemos que será por siempre, creemos en una eternidad imposible de aprehender. Y así como experimentamos el cielo y su mas allá, estrepitosamente caemos a este suelo firme que pobremente acolchonado nos recibe.
Hoy no hablo de esos sueños teñidos de rosa, ni de esos huecos profundos cavados en la tierra donde resulta sencillo esconderse.
Hoy hablo del hoy, de esto, de esta realidad que construyo a segundos. Hablo de lo cotidiano y hablo de lo que uno elige ver de lo cotidiano.
Me siento felíz. Siento el afecto de mis seres cercanos, siento la paz que devuelve vivir los espacios y los momentos, y no simplemente habitarlos.
Veo a mi abuela plena de vida a sus 93 años, aguardando la llegada de un nuevo bisnieto. Veo al hombre que amo y que duerme a mi lado cada noche, siento su presencia a mi lado en cada respiración. Veo a mis amigos crecer, me veo crecer, nos veo acompañándonos en este viaje. Siento el amor, lo siento cuando rodean mi cuerpo con ese abrazo sincero. Lo siento en la mirada, en el tacto.
También veo los desencuentros, los horizontes borroneados, los caminos con rumbo desordenado. Veo las pérdidas que conllevan las elecciones. Siento la dificultad del elegir, del hacerse cargo de lo que uno desea.
Me siento felíz de vivir todo eso.
Creo por momentos comprender cómo realizar los pasos en este camino. Cómo? Simplemente realizándolos. Este momento es único, mientras lo escribo se desvanece. Y lo escribo, porque deseo hacerlo, porque me hace falta hacerlo, porque me hago cargo de utilizarlo para eso. Elijo, elijo el deseo.
Tengo claro mi deseo en muchas cosas y en muchas otras todavía no.
Ejemplifico.
No se bien porqué, pero amo a España. Amo a ese país al que todavía no conozco aunque afirmo que lo conoceré. Lo haré. Lo haré cuando decida trabajar más para costear el viaje, gastar menos, poner fecha... o simplemente cuando me arriesgue a la travesía. No se por qué lo amo, si es que el amor tiene razones. Amo el habla de ese pueblo, el decir, sus voces. En noviembre conoceré de cerca en un concierto a la persona que porta una de las voces que agita mis latidos. Alguien que dice de mi, de mis sensaciones, quien constituye por medio de los auriculares que siempre llevo conmigo, parte de la banda sonora de mi vida: Vanesa Martin. Y eso... me hace felíz.
No clarifico sin embargo otros deseos. Deseo cambios en cuanto a mi profesión. Me pregunto si con 30 años podría comenzar una nueva y exigente carrera, y me respondo sin dudas que sí. Me pregunto también si por lo contrario podría dejar de coleccionar títulos (que he obtenido a placer), y dedicarme a algo tan corporal y emocional como la fotografía... Pero las dudas surgen en el temor de perder tiempos conquistados de libertad, de paz, de encuentro con uno mismo. La inseguridad aparece y la pregunta sobre si podría simplemente cambiar, algo, todo, no se.
Me conozco en ciertos lugares y me desconozco en otros. Hoy no me frustra esto, sino que me estimula a sondear, a experienciar, a sentir…
Felicidad… el cristal con el que cada uno decide ver su realidad. Ni rosa ni negro, limpio, para intentar ver la vida tal y como es.

23/08/2013

miércoles, 21 de agosto de 2013

2012

Un nuevo ciclo se acerca, nuevos comienzos, nuevas oportunidades.
Este 2012 que ya se aleja ha dejado en mí grandes marcas como mojones, puntos de anclaje, de inicio, fin y relanzamiento.
Estoy aprendiendo. Aprendo a construir mi vida como un lugar de disfrute, a dejar atrás ideales de perfección y completud. Disfruto cada día más de esa sonrisa generosa que me brindan, de ese encuentro fugaz en la calle, de esa charla que quisiera que nunca terminase.
He deslizado mi alma a mi exterior más externo, hasta el límite de mi piel, y los siento en cada abrazo, en cada gesto, en esa mirada vibrante que ilumina mi día… me hacen felíz.
Cada uno de ustedes son artífices activos de este aprendizaje. Me moldean en nuestro intercambio, me señalan una y otra vez qué es lo realmente importante.
Aprendo lentamente, en mi ansiedad muchas veces quisiera cambios ágiles, pero pese a eso cultivo con gran trabajo la paciencia.
Aprendo que quizás las cosas hoy no están como desearía, pero he entendido que la única persona capaz de modificarlas soy yo. No me enloquezco, practico la templanza y la reflexión. Me escucho, o al menos lo intento, me interrogo, me reescribo.
Se de mi desmezura e intento reencausarla, habilitar esa energía que por momentos genero con gran facilidad, en lugares que me deparan mayores satisfacciones al corazón y no tanto al ego.
Este año que se va me encuentra como un niño que aprende a dar sus primeros pasos, avanzando con inestabilidades.
Pido disculpen mis falencias y mis errores como algo propio de quien se inicia en un arte. Tengo el deseo y cuento con algunas herramientas que me han dado y otras que han construido junto a mí y para mí. Aprendo, día a día, aprendo.
Por momentos me pierdo en el objetivo y me desconcierto, tengo dudas, tengo temores, pero me obligo a avanzar. Me empujo a arriesgar, a poner lo que tengo para continuar y a dejar lo que significa un equipaje pesado.
La vida me resulta a contrapelo de mis tan armadas certezas y esquemas. Estoy aprendiendo a vivir de otro modo, más cercana al querer y alejándome de a milésimas del deber. La vida me tienta…
Les agradezco sinceramente que me acompañen en este maravilloso viaje que es vivir. A los que están caminando hoy junto a mí, a quienes me han acompañado en otros trayectos, a quienes han sido una tormenta y han pasado fugazmente dejando sus huellas. Gracias!

22/12/2012

Mas

Aquí estoy, 23.27 de la noche… con una Italia de fondo que me ofrece con sus paisajes en el fondo de mi monitor, aquella Pausa tanto anhelada…
Escuchando balances, y repasando mis bellos y ya viejos retratos, como diría la viejita de Joe Black.
A veces la vida pasa tan rápido delante de nuestros propios ojos abiertos… y la miro, la contemplo…
No espero que entiendan estas asociaciones que apenas logro esbozar en mi mente, y que se plasman sobre esta virtualidad sin previo paso por el razonamiento. Sólo tengo el impulso insalvable de mirar hacia atrás.
Observo muchos sueños e ideas coloreadas sobre un futuro que parecía inalcanzable. Sueños que se fueron perdiendo, deshojando, mudandose en otros…
Personas que ya no están, momentos que no volveran a repetirse.
La vida me ha llevado por otros caminos (¿o he sido yo?), caminos que me alejaron de personas y sueños queridos, decisiones que tome. Leo… decisiones… no creo que hayan sido elecciones realizadas en momentos ubicables temporalmente, considero que todo es parte de un proceso: de desgaste, de desamor, de indiferencia.
Sin embargo, por más que este presente sea diferente a aquel pasado, tengo lindos retratos de esos tiempos, conservo algunos dolores en una vieja cajita en el fondo de mi alma, pero son los retratos los que expongo en mi interior como las mas valiosas obras.
Y si, he de añorar esos tiempos, esas sonrisas, esos momentos.
He de añorar esa inocencia, ese deseo, ese fulgor.
Hoy, momento de balance, de ¿pausa?... veo con aburrimiento una vida que construi, que no me desagrada en su mayor parte, es sólo que no me basta… El tiempo pasa sobre mi y siento su brisa crispar mi pelo, pero sin embargo hoy no me mueve hacia ningun lado, sólo llama mi atención sobre su pasaje, sobre su fugacidad, y sobre mi aquiescencia…
Veo el tiempo pasar y quiero mas vida, mas vida, mas, mas…
Me interroga el paso de los días, cuadriculando sus horas en una diminuta agenda que siempre olvido completar correctamente.
Me interroga el tiempo.
Quisiera disfrutar mas de lo que tengo, y lo estoy haciendo… cada día… un poco más… pero es que no me alcanza.
Quizás la vida no sea otra cosa mas que esto, quizás la vida no sea ni parecida a lo que soñé, hoy no lo se. No se si esta bien, o esta mal, no hablo de valoraciones. Es sólo que no me encuentro en ella.
Tengo lindos retratos, pero quiero muchos mas.
Estoy intentando respirar. Estos días, este instante, este ¿año?, quiero respirar… engullir ese aire que se pasa sobre mi y hacerlo vida.
Quiero vivir!
Quiero mas, vida.
14/04/10

Obnubilante

De qué se tratan estos matices, estos días, estos romances…?
Ojalá desaparecieras como este ser luminoso, obnubilante, inhibitorio…
Ojalá quedara la presencia, la risotada, la cotidianeidad del encuentro.
La complicidad que busco, que ofreces, o que en verdad existe… es mi talón de Aquiles
Si tan sólo fueras uno más, si tan sólo tú fueras... y es que a veces lo logro…
Este entrecruzamiento imaginario de miradas, de palabras, de relaciones
No le sirve a mi calma, a mi rutina, a mi día a día
Logras en mí extremos histriónicos insoportables… no los quiero…
Quieres volverte sólo uno más?
O sólo un ser cercano, querible, confiable…
Pero no esta luz… esta luz que ciega, que quema, que paraliza
15/08/11

Agobio

Desorientada, cansada, agobiada
Tantas actividades
Tantos horarios
Tantas obligaciones.
Las pasiones cuando se vuelven trabajo dejan de ser pasiones
Se domestican, se ciernen, se encasillan
A las pasiones no se las puede encerrar
Se evaporan poco a poco con el correr de los soles.
Mis pasiones encarceladas
Mis días cuadriculados en azules tachones
Mi cabeza funcionando más allá de lo posible
Estoy cansada.
Cansada de aquello que me gusta
Cansada de aquello que disfruto
Cansada de lo que me es indiferente
Cansada… de todo.
Hurgo entre un cuadriculado horario un espacio,
Lo cavo con un esfuerzo y una angustia insostenible
Y seguidamente, lo tapo…
Lo cubro con más actividades
Lo lleno de más deseos
Lo cuadriculo, lo evaporo…
Por qué no puedo vivir con los huecos
Por qué no puedo dominar las pasiones
Por qué me pierdo
Por qué no entiendo…
No entiendo cómo funciona la pérdida
No entiendo como cavar
No lo entenderé jamás mientras no me resigne a perder… algo
Qué?... si tan sólo supiera…
Si tan sólo pudiera…

25/10/11

Pasiones

No entenderé jamás los sentimientos, los arrebatos, lo pasional.
No los doblegaré, dominaré, ni siquiera controlaré.
Mi vida es un sin número de amores, de pasiones.
Me apasiono de personas, de actividades, de músicas…
Pasiones intensas y ocluyentes, centrales, monotemáticas, agobiantes…
Pasiones que se roban mi atención, mi libido, mis ganas.
Pasiones que me movilizan como títere, pasiones que le ganan a mi estructurada razón.
Hoy serás tú, mañana ella, pasado eso.
Pasiones que perduran en el tiempo, que se enredan y entrecruzan con otras. Siempre ha sido así.
Siempre he tenido intensos amores y los seguiré teniendo?
Amores que amo… que disfruto.
Amores que doblegan hasta puntos casi irrisorios mi vapuleada voluntad.
Amores que se enfrentan a mi razón, deber y parecer. A mis actividades, mis relaciones y comportamiento.
Amores que se van y que vienen, pero que siempre están.
¿Lucha de poderes?
Sí, hoy amo, lo amo a él, y a esa actividad que me libera del mundo. ¿El resto? ¿Queda resto?
02/10/11